Fuerza policial manifestó que por lo general los animales son comercializados de forma ilegal en circos y a narcotraficantes.
Fuente: El Mundo/EFE
17 de junio.- Gran sorpresa se llevaron los funcionarios del Área Metropolitana del Valle de Aburrá (Colombia) al descubrir que una vivienda común, sin letreros ni publicidad en el barrio Laureles, albergaba toda una fortuna de seres marinos, lo cual condujo a que la institución adelantara el decomiso de los animales ya que el lugar donde habitaban no cuenta con los permisos para su posesión.
En la confiscación especies tales como anémonas, corales, crustáceos, peces marinos, tortugas, cangrejos ermitaños, entre la larga lista, fueron decomisadas.
Mientras que en Perú, la policía de carreteras encontró 40 monos frailecillos muertos dentro de dos cajas de madera en la bodega de una línea de bus. Además de 250 loros “pihuichos” y un tigrillo, estos vivos y con destino a la ciudad de Lima.
Los monos, que miden menos de 40 centímetros y tienen una cola del mismo largo que su cuerpo, fallecieron a consecuencia del cambio de clima y las condiciones de su transporte, pues habían sido colocados en dos cajas de madera, precisó la policía.
Agentes peruanos manifestaron que por lo general los animales son comercializados de forma ilegal en circos y a narcotraficantes.