Estimada señora directora de PA,
Hace poco que llegué a Chile, soy nacida en esta tierra pero he vivido toda mi vida en Suecia. Ayer, un paseo supuestamente turístico, para conocer lo tradicional del país, por desgracia me llevaron a este lugar donde la muerte reina.
Fue horrible llegar a las inmediaciones del Maradero Franklin. Animales inertes estaban colgando de fierros, los cerdos decabezados, vísceras expuestas para la venta y perros y gatos vagos buscando qué comer mientras las personas paseaban felices, ignorando el sufrimiento silencioso de los ya muertos y de los otros que caminaban errantes clamando por ayuda.
Pensé, si el infierno existe en la tierra, es éste.
Chile está lejísimos de alcanzar el desarrollo, con ese nivel de babaridad e indiferencia frente al dolor de los animales.
Le pediría por favor a las autoridades locales que no tengan la patudez de llamar a Chile “el jaguar” de Latinoamérica. Con qué cara!
Ingrid Rossen, Vitacura.
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