Señora directora,
Ayer llovió más que nunca y como nunca sentí mucha angustia. Después del trabajo vi a muchos perros empapados, tiritando, la gente transitaba por al lado de ellos como si no existieran, como si fueran un basurero, nada.
No pude dejar pasar por alto esta situación y me traje a mi casa a dos cachorros (ya tengo 10) que circulaban sin rumbo por Avda. Larraín en La Reina. Si bien no es nada para la cantidad de animales que sufren el rigor del abandono, maltrato e invierno, sentí que aporté algo en esta vida.
Chile es un país inconciente e ingrato con los animales. Si nosotros como “seres superiores” no hacemos nada por ellos, ¿quién?
Pedidiría al señor Sebastián Piñera con la cantidad de millones de dólares que tiene, que haga algo por los animales. Y usted si me está leyendo, también. No pase por alto el sufrimiento del mejor amigo del hombre.
Inga Valck, Peñalolén
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