Accidente en Sudáfrica destaca necesidad de regulación para avistaje de ballenas en Chile | PrensAnimalista

Después del accidente ocurrido el miércoles 21 de julio en Sudáfrica, cuando un ejemplar de ballena franca austral saltó encima de una embarcación a vela, el Centro de Conservación Cetacea destacó la importancia de contar a la brevedad con una regulación nacional para el avistaje de estos mamíferos marinos a lo largo del país.

Fuente: CCC News

La imagen de una ballena franca austral saltando sobre una pequeña embarcación a vela en las costas de Sudáfrica, recorrió las portadas y los titulares del mundo, después que el incidente fuera captado en imágenes y video por pasajeros a bordo de otras naves aledañas.

Tras la ruptura del mástil como consecuencia del impacto, los pasajeros del velero, Paloma Werner y Ralph Mothes, afirmaron considerarse afortunados por no haber sufrido lesiones mayores o perdido la embarcación. No obstante, el incidente es un recordatorio de la importancia de contar con medidas de regulación que eviten este tipo de encuentros con ballenas.

De acuerdo a Werner y Mothes, avistaron la ballena por primera vez a unos 100 metros de distancia y pensaron que ésta navegaría por debajo de la embarcación, cuando repentinamente el inmenso animal salió varios metros del agua aterrizando sobre un costado de la nave marina y desapareciendo posteriormente bajo el agua.

Sin embargo, tras el primer avistamiento del cetáceo la pareja no realizó una maniobra básica para evitar colisión entre ballenas y embarcaciones marinas, como es la mantención del motor encendido en neutro. Esto porque uno de los principales sentidos sensoriales de las ballenas no es la visión sino el sonido. Adaptadas durante millones de años al ambiente marino – donde muchas veces escasea la visibilidad y la luz – las ballenas utilizan el sonido para orientarse, comunicarse y encontrar su alimento, entre otros.

Adicionalmente, el departamento de Asuntos Ambientales de Sudáfrica, inició una investigación después que varios testigos presénciales afirmaran que la nave violó las regulaciones de acercamiento a la ballenas, que establecen un mínimo de 300 metros de distancia entre las embarcaciones marinas y las ballenas.

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